Nadie sabe las lágrimas que derramé por estar triste por vos. Nadie entiende que todos tenemos problemas, nadie entiende que todos sufrimos en la vida. De una u otra forma. Nadie entiende que el cielo es para todos y todos vamos a ser felices. Nadie entiende lo que pasa por mi cabeza cuando escribo esto. Nadie sabe lo mucho que me cuesta seguir así, sufriendo la vida. Nadie puede si quiera imaginarse lo que pienso u opino con respecto a cada cosa que me entero. Nadie sabe todo lo que ví, todo lo que ví y callé. Nadie entiende por qué callo, nadie sabe lo que callo. Es tragarme las palabras para evitar conflictos, es aguantarme MI tristeza y mis ideas por un eterno miedo al abandono. El decir “ya fue” y que siga acá. No le hace mal a nadie, a nadie más que a mí. Entonces debería ser egoísta y expresar mis verdaderas tristezas y preocupaciones? Debería imponer mis ideas de una forma entendible? O debería simplemente seguir diciendo que ya fue, seguir pensando que el tiempo se va a encargar de lo que yo no puedo, y va a solucionar una gran parte de lo que me hace mal? Quizás debería replanearme ciertas cosas. Es mi mal, o el de otra persona. Es vivir con la angustia y aguantármela o tratar de arreglar esto que tanto me apena. Y si no sale bien? Y si en realidad yo me equivoco? Bueno yo sólo sé una cosa: Puedo equivocarme en lo que pienso pero no en lo que siento. Y sí, quizás cambiando lo que pienso, como consecuencia cambie lo que siento, pero no puedo seguir autoexigíendome algo que traté de cambiar más de una vez y no pude. Me gustaría que estés acá, no para aconsejarme, sino para abrazarte, aunque sea una vez más, y sentir que de verdad, por lo menos vos, me querés.
Y todo sería menos difícil y en este momento tendría una razón menos para llorar. Dame paciencia y esperanza. Sé que algún día esto va a cambiar o a terminar.
(Algún día del tardío Agosto, o del temprano Septiembre del 2011)
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